El año 1976 nacería uno de los modelos todoterrenos más económicos. Desde 1971 y 1972 se fabricaron los primeros prototipos con techo de lona y motor 1.3 de origen FIAT. Se alcanzaron 90,000 unidades al año en su época de mayor esplendor. Sus características técnicas lo hacían un serio competidor para los 4x4 sustancialmente más caros. De hecho, en aquellos años sólo el Niva, el Range Rover y algún modelo de gama alta ofrecían la tracción permanente. Además la configuración en chasis monocasco, con suspensión independiente adelante y eje rígido atrás supuso toda una novedad.