¿Quién no recuerda los autos de Grupo Chrysler que hablaban para avisarte del cinturón de seguridad o del nivel bajo de gasolina? La necesidad de “humanizar” el auto siempre ha estado presente y el último intento de esto son los famosos comandos de voz para controlar el sistema de info-entretenimiento sin tener que quitar la vista del camino (en teoría más seguro). El problema aquí es que a pesar de los múltiples y gigantes esfuerzos de las marcas por hacer que las máquinas comprendan de manera natural lo que decimos, en realidad terminan haciendo o entendiendo otra cosa completamente diferente a lo que queríamos. Intento tras intento, es muy probable que termines desesperándote y haciendo lo que querías de forma manual.