Como bien estipula la primera ley de la termodinámica: “la energía no se crea ni se destruye, sólo se transforma”. En los autos, gran cantidad de la energía que se utiliza para moverlos se desperdicia en forma de calor, así que algunos autos –sobre todo híbridos- utilizan un sistema regenerativo en los frenos para recuperar parte de esa energía que de otro modo se desperdiciaría. Lo hacen al transformar el calor de los frenos en energía eléctrica para volver a alimentar el auto, de esta forma se ahorra combustible y se recicla la energía. Todo esto es algo muy inteligente, el problema es que estos sistemas tienden a endurecen el pedal de freno y a dar una sensación de que el auto no está frenando como debería, lo cual resulta extraño y en muchos casos molesto.