El desperdicio de energía en un automóvil puede llegar hasta en un 40%, lo que significa que gran parte del potencial que tiene el combustible se transforma en calor. Las marcas entonces se han concentrado en recuperar parte de esa energía y reutilizarla en algo del auto. Algunos han optado por recuperar la energía de los frenos transformándola en electricidad que se utiliza para cargar la batería o en otros casos, el sistema híbrido. Otra forma es aprovechar la energía cinética, ésta la desarrolló Volvo en conjunto con la empresa local SKF y funciona con una masa que gira rápidamente dentro de un contenedor y puede ser utilizada para mover el auto en un rebase por ejemplo. El dispositivo de Volvo pesa 6 Kg y mide unos 20 Cm. Si bien los pronósticos iniciales apuntaban a obtener un ahorro máximo de 20% en el consumo de combustible, una vez finalizadas las pruebas en terreno -llevadas a cabo desde finales de 2011- demostraron cifras incluso superiores y que bordean el 25%.
