Efecto suelo
Si los alerones revolucionaron el campo de la aerodinámica en el automovilismo, el efecto suelo lo llevó a otro nivel. La idea es simple, el piso del vehículo tiene la forma de un ala invertida, así el aire que pasa por debajo genera una zona de baja presión que lo succiona hacia el suelo generando mayor adherencia.
La idea fue primero probada en los 60 por Chaparral en la categoría Can Am, pero sin mayores resultados; sin embargo, hacia fines de los 70 en el equipo Lotus surgió la idea de las cortinas laterales móviles que sellaban los conductos que pasaban debajo de los pontones laterales. Así se generó verdadera succión, la clave para ganar el Campeonato 1979 de F1 y para el cambio en casi todas las categorías del automovilismo.
El problema con el efecto suelo es que es muy sensible a la variación de la altura del auto respecto al suelo pasando de muchísimo agarre a casi nada en un instante. Así paulatinamente fue reglamentariamente limitado o prohibido.