Auto Union utilizó esta solución en los Gran Prix de entreguerras, pero fue Cooper (sí, el mismo que después se haría famoso junto al Mini) el encargado de cambiarle la fisonomía a la F1 y al automovilismo deportivo en general, después de la victoria que Moss obtuvo en Argentina 1958.
Mientras los demás autos ponían a los caballos delante del auto, Cooper invirtió el orden, una solución que le permitía reducir el área frontal (mejor aerodinámica), eliminar el cardán y con ello bajar más al piloto (menor peso y centro de gravedad) y llevar más peso hacia las ruedas traseras generando más tracción.
El resultado fue una rápida migración de todos los equipos hacia esta configuración (incluyendo a Ferrari, su máximo detractor) y el cambio de la fisonomía de la F1 y la mayoría del automovilismo.
