Esta carretera de 150 millas (243 kilómetros) de longitud discurre por la costa australiana del estado de Victoria y permite disfrutar de maravillas naturales como el arco de Londres o los 12 apóstoles, sendas rocas creadas por la erosión durante millones de años de los acantilados de piedra caliza en el Océano Antártico. En su camino hay también pueblos pesqueros, selvas tropicales y parques nacionales.